lunes, 14 de junio de 2010

L JUEGO EN EL PARADIGMA PSICOGENETICO


UNIDAD – 321
SUBCEDE RIO GRANDE
TEMA: EL JUEGO EN EL PARADIGMA PSICOGENETICO.
SUBTEMA: EL JUEGO
PAG. 191 – 261, Zhukovskaia, I. V. Yadeshko, M. Esteva, L. carroll, A. Perucca, P. Moore.
NOMBRE: ALFREDO TREJO MIJARES
4 CUARTO SEMESTRE


EL JUEGO Y SU IMPORTANCIA PEDAGOGICA
Esta lectura destaca las implicaciones pedagógicas que posee el juego a partir de la explicitación teórica de su carácter social, tal como lo han destacado los psicólogos soviéticos, Vigotski, Leontiev, Rubenstein, Lunacharki y Elkonin que abordan la actividad lúdica desde una perspectiva materialista dialéctica.
Zhukovskaia tomo como base la experiencia y practica de educadoras para llegar a determinar en que situación se encuentra el trabajo educativo dirigido al desarrollo y organización de los juegos en los círculos infantiles.
Zhukovskaia busco la relación mutua entre el juego y otros medios educativos que contribuyen al desarrollo infantil. Indago en el contenido típico de los juegos que responden a las demandas cognoscitivas de los niños según su edad, a fin de proponer fundamentos para la educación moral del juego.

En la pedagogía clásica rusa K, D, Ushinski, consideraba que la educación mediante el juego es necesario realizarla de tal forma que niño no se harte de ella y sepa pasar a las actividades programadas.

P. F. Kapteriov, consideraba los centros infantiles como el primer eslabón de la educación institucional, recomendó que estos proporcionaran a los niños de cuatro años mucho tiempo para los juegos de imitación.
Propuso que los niños mayores, en la medida que fueran incrementando sus habilidades cambiaran el juego con los trabajos manuales.
El merito de Kapteriov consiste en que el señalo el papel que desempeña el juego en el desarrollo integral del niño, en la educación de sus intereses, de sus inclinaciones.

Krupskaia: a través del juego se educa en los niños, ante todo, la independencia, las cualidades sociales, el colectivismo, el sentido de la amistad.

A. P. Usova presto gran atención a la educación de las cualidades del colectivismo. Señalaba que estas cualidades se caracterizan por la capacidad del niño de penetrar en la sociedad de los jugadores, de establecer relaciones con los demás niños, de comprender los deseos de estos, de convencerlos de algo o de convencerse a si mismo.
El juego es un fenómeno multifacético de la vida infantil. La utilización del juego como un medio de educación puede resultar exitosa si se tiene en cuenta que es la actividad propia del niño, y que la independencia en el es necesario conservarla y estimularla.

D. B. Elkonin: demostró que el juego infantil de roles constituye una formación histórica, una fuente importantísima para formar la conciencia social del niño en edad preescolar.
En el juego de roles, el objeto fundamental de las acciones infantiles son las relaciones sociales entre las personas, ya que este juego surge debido al afán de los niños de participar en la vida de los adultos, y constituye para ellos una forma accesible de realizar por si mismos este afán.

S. L. Rubinstein su idea: el problema aparentemente resuelto acerca de que el juego en la edad preescolar es la forma rectora de la actividad, no obstante debe quedarse abierto.

El juego como medio de educación

Los juegos de roles, creadores, los juegos – dramatizaciones sirven de medio para la educación moral, intelectual, estética y física de los niños, y condicionan el desarrollo integral de los mismos.
Conforme a la edad preescolar, la educación moral mediante los juegos es, ante todo la educación de los sentimientos morales, de la orientación hacia su objetivo, de las cualidades, del amor a nuestra patria soviética, a las personas de diferentes nacionalidades, a los trabajadores, a los combatientes del ejército soviético.
El juego puede ser un medio para educar el interés por las diversas profesiones solo cuando el proceso de trabajo y las relaciones mutuas entre las personas en el trabajo constituyen el objeto de la observación de los niños, cuando estos bajo la dirección de los adultos, aprenden a percatarse de que las personas trabajan a conciencia y de cómo utilizan los instrumentos de trabajo.
El proceso de educación internacionalista es la formación de los sentimientos morales, de las nociones y las relaciones morales. Este proceso comprende la educación del amor, la amistad entre diferentes niños de diferentes nacionalidades, la simpatía y el interés por los pueblos de nuestro país y de otros países.
A. S. Makarenko, al relacionar la educación de los niños en el sentido del ahorro con la formación de los rasgos morales fundamentales del carácter, afirmaba que cuidar el juguete es necesario para poder jugar bien con el; los juguetes son realmente útiles cuando el niño juega con ellos y no los cuida solo para jactarse ante los vecinos.
El cuidado de los objetos personales y sociales se adquirió en aquellos casos en que a los niños se les enseño a observar el orden en el juego, en que se les educo el amor al trabajo, el sentido de la responsabilidad para la conservación de los juguetes.
El cuidado de los juguetes puede realizarse con éxito si existe una influencia entre el círculo infantil y la familia (el trato cuidadoso de los juguetes, muñecas y juguetes de construcción, en lo sucesivo se analizaran en relación con el desarrollo con los juegos cotidianos).

El juego como actividad. Factores que condicionan su desarrollo.

En este capitulo como la educación institucional logra organizar la actividad en el juego, así como también los factores que condicionan su desarrollo.
A. S. Makarenko escribió que se puede considerar bueno aquel juego en el cual se manifiesta o bien la alegría de la creación, o bien la alegría de la victoria, o la alegría de la estética - el placer de la calidad.
Se puede suponer que los criterios de un buen juego son: la presencia de un buen contenido moral e intelectual a desarrollar, el desarrollo de la imaginación y la creación; la benevolencia en las interrelaciones; y la satisfacción que produce el tener conciencia de las propias fuerzas. Un buen juego en el que los niños reflejan de modo independiente las relaciones humanas entre las personas, reproducen los fenómenos positivos de la contemporaneidad, se comunican entre si amistosamente y manifiestan iniciativa.
El niño comienza a jugar porque trata de imitar, de realizar acciones independientes. El juego es social por su naturaleza, y lo suscita la aspiración de conocer lo nuevo del mundo circundante, de comunicarse con otros niños, de participar en la vida de los adultos.
La educación por la independencia esta determinada, en gran medida, por el desarrollo de la dirección hacia un objetivo y la capacidad de trazacerlo por muy pequeño que este sea. El afán por la independencia se acrecienta y se convierte en la causa que estimula el surgimiento del juego cuando el adulto lo mantiene ocupado en un juego.
Los objetivos más simples de los niños pequeños surgen por imitación. Al imitar al adulto y a otros niños, el pequeño comienza a jugar. La imitación es para el niño una necesidad igual a la creación independiente y la capacidad de imitación es una determinada actividad

El juego en el círculo infantil
N. K. Krupskaia hizo un gran aporte a la teoría de juego. Al destacar el carácter social de los juegos infantiles, la representación de los juegos de los fenómenos de la vida, vio en el juego, ante todo, un recurso para ampliar las impresiones y representaciones sobre la realidad circundante y las relaciones con esta realidad. Para los niños en edad preescolar – escribió N. K. Krupskaia – los juegos tienen un valor excepcional: el juego es para ellos estudio, trabajo, una forma seria de educación. El juego es para los preescolares una vía para conocer el mundo circundante.
El niño debe ser activo prácticamente de la vida de los adultos, pero esta necesidad aun no se corresponde con sus posibilidades. Cuando imita en el juego las acciones de los adultos, cuando experimenta las alegrías y penas de estos, de acuerdo con su edad se familiariza con la vida circundante.
Makarenko: el juego tiene un valor fundamental en la vida del niño, tiene el mismo valor que para los adultos la actividad, el trabajo, los servicios que prestan. De cómo se manifieste el niño en el juego, depende mucho su actividad como trabajador en el futuro, por eso su educación tiene lugar ante todo en el juego.

La originalidad del juego como una actividad infantil
La particularidad fundamental del juego es que representa como los niños ven la vida circundante, las acciones, las actividades de las personas, sus interrelaciones en el ambiente creado por la imaginación infantil. En el juego la habitación puede ser el mar, el bosque, la estación del metro y un vagón de ferrocarril. Los niños le atribuyen a este ambiente, el valor que su imaginación y el contenido del juego han condicionado.

K. S. Stanislavski: el juego se diferencia por la fe en la autenticidad, por la veracidad de la invención. le cuesta al niño decirse así mismo como si ¨¨cuando en realidad la idea ya ha tomado forma en su mente¨¨. En este sentido, eso revela en el niño una cualidad: los niños saben en que pueden crear y que no deben tener en cuenta.

El juego como un recurso de la educación y el desarrollo de los niños
Cuando se incluye el juego en el proceso pedagógico, la educación enseña a los niños a jugar, a crear según las palabras de A. S. Makarenko ¨¨Un buen juego¨¨. Para cualquier juego son características las siguientes cualidades: la valoración educativa y cognoscitiva del conocimiento, totalidad y corrección de las ideas reflejadas, utilidad, actividad, organización carácter creador de las acciones lúdicas; subordinación a las reglas y capacidad para dirigirse por ellas en el juego, teniendo en cuenta los intereses de algunos niños y de todos los jugadores; utilización orientada de los juguetes y de los materiales lúdicos; relación benevolente, buen estado de animo de los niños.
El juego es un tipo de escuela en la cual el niño, de forma activa y creadora, asimila las reglas y las normas de comportamiento de los hombres soviéticos, sus relaciones con el trabajo, con la propiedad social, sus interrelaciones. El juego es una forma de actividad, la conducta social de los propios niños, la relación de estos con la vida, las relaciones que se mantienen entre si.
N. K. Krupskaia escribo: ¨¨Hay juegos que desarrollan rasgos negativos de la conducta, como la grosería, excesiva severidad, odio hacia lo nacional, que actua desfavorablemente sobre el sistema nervioso, lo alteran, despiertan la vanidad. Y hay juegos que tienen un enorme valor educativo, que fortalece la voluntad, que forman el pensamiento de justicia y la habilidad para ayudarse en el infortunio.
Para utilizar la influencia positiva del juego y no permitir que surjan sentimientos desfavorables, es necesario enseñar a los niños a diferenciar lo bueno y lo malo, educarlos en el esfuerzo activo por lo bueno y animadversión por lo malo.

Papel del juego en la organización de vida infantil
P. Usova: organiza correctamente la vida y la actividad de los niños significa educarlos correctamente, la efectividad del proceso de educación puede lograrse en forma de juego y de interrelaciones lúdicras, precisamente porque el niño aquí no aprende a vivir, si no que vive su propia vida.

Relación entre el juego, el trabajo y la enseñanza.
A. S. Makarenko señalo que en el juego, al igual que en el trabajo, hay esfuerzo laboral y esfuerzo mental: el juego sin esfuerzo, el juego sin una gran actividad es siempre un mal juego.
La diferencia entre el juego y el trabajo consiste solamente en que… el trabajo es la participación del hombre en la producción social… en la creación de valores materiales culturales, en otras palabras, de valores sociales.
El juego no persigue los mismos objetivos, no tiene relación directa con los fines sociales, pero si guarda una relación indirecta con ellos; el juego acostumbra al individuo a realizar esfuerzos físicos y psíquicos que son necesarios para el trabajo.

Dimensión lúdrica y génesis de la relación
Relación, distancia y significación
La conducta radica en dos realidades distintas, el mundo exterior y superior y toma motivos de la relación que cada persona construye y elabora entre el mundo de las pulsiones, de los defectos y de los deseos y el de los datos de la realidad con los cuales debe medirse.
Cada persona, y el niño con especial dramatismo deben aprender a conjugar dos realidades, a vivir en la necesidad de satisfacer los impulsos, los deseos y los afectos sin traicionar o negar o destruir el contexto en el que nos expresa.
El gran deseo de la infancia (que de adultos aunque de otro modo llevamos todavía con nosotros) es el de una realidad que se modifica que se plasme en función de nuestras exigencias. La diferencia entre la actitud infantil y la del adulto reside en la diferente competencia para actuar en términos de realidad o de imaginación. Realismo y fantasía no obstante no puede nunca estar del todo escindidos, aunque en distinta proporción, fundan la posibilidad de la relación Yo – mundo.
En el impacto con la realidad el niño trata de hacer frente a las dificultades elaborando un mundo de fantasías que a menudo tienen valor de compensación y de gratificación; no obstante seria inexacto pensar que la fusión de estas representaciones interiores sea solamente la de la situación. Implican sobre toda la búsqueda de una más articulada gama de significados atribuibles a la realidad.
Entre un yo y otro siempre existe el confín de un sentir y un vivir personales. La exploración de los confines es tal vez desde el nacimiento hasta la edad adulta, una de las empresas mas arduas para el hombre: en su origen el problema se abre en cuanto la ilusión simbiótica tiene a figurarse, en cuanto se delinea la distinción del dentro – fuera, de mi cuerpo - tu cuerpo, de la unidad vital del sistema madre he hijo.
La construcción del Yo implica identificación, la delimitación y la definición de lo que es el otro y la coordinación del patrimonio de las potencialidades personales esto implica el establecimiento de un si unitario con la implícita existencia de un dentro y de una membrana delimitante.

Respeto y autenticidad
Si en la distancia entre vivencia y realidad se plantea la problematicidad de la relación Yo – mundo, y aun tiempo, el espacio del juego, de la vivencia personal, del desarrollo de la creatividad, otro tanto de potencialidad se recogen en la distancia que se establece entre el universo personal del educando y la distinta identidad personal del educador.
Para quien educa importan la disposición proactiva, la dedicación, el saber acoger al niño, el saber comprenderlo, pero la comprensión no puede ser englobante, la dedicación y la implicación no significan perdida de si, anulación en el otro.
La complementariedad se esconde si se convierte en igualdad, ser complementaria significa formar juntos una unidad con sus propias características, no significa perder las propias específicas dimensiones.
En la disposición proactiva a ¨¨hacerse pequeño con los pequeños¨¨ el adulto no puede olvidar que es grande y que pertenece a un sistema de referencia más amplio que el sistema de interacción educativa; lo que esta implica de compartir, de reciprocidad, no anula las diferencias.
La educación trata de hacer crecer, y el que educa puede dar al niño la capacidad de superar el obstáculo, administrar la distancia entre el mundo subjetivo y el mundo objetivo; no obstante, la educación no puede moverse toda y solamente en el plano de la realidad objetiva: no puede hacerlo nunca, porque debe medirse con las vivencias, las elaboraciones cognitivas, las construcciones simbólicas y las orientaciones de sentido propias de cada uno; mucho menos puede hacerlo con el niño cuyo YO esta todavía poco extendido en el mundo de la realidad externa.
Si los planos de la realidad son dos, el interior y el exterior, para el niño crecer significa aprender a conjugarlos y en otro sentido educar significa poder jugar sobre los dos campos a un mismo tiempo: actual en el plano de la realidad y al mismo tiempo incidir en el devenir subjetivo, hacerse presentes en la interioridad del niño y mediar el no siempre fácil vínculo con la realidad externa.
Es necesario dejar espacio al niño, no superponérsele, permitir que haga sus experiencias, se lo puede defraudar comandando todas sus opciones, programando sus aprendizajes para que vea, sienta y haga solamente lo que consideramos necesario, en el modo y en el momento oportuno.
El niño necesita sentirse sostenido, guiado, comprendido necesita que le ofrezcan modelos, que le proyecten valores, pide que sus experiencias sean compartidas, pero luego apunta a su autonomía.

Juego y realidad
El juego permite al niño probar y volver a probar, correr riesgos sin perder nada, si no más bien encontrando algo, permite retardar la respuesta para elaborarla, personalizarla, hacerla expresiva de si. Entrar en la dimensión lúdicra permite al adulto ver y entender, recibir y restituir, comprender y esperar, ofrecer, sostener, confirmar, reconocer.

Juego y relación educativa
El niño actúa, construye y connota de sentido las situaciones, interactúa y persigue objetivos, se pone en relación y comparte valores; su posición activa en el mundo y su capacidad de elaboración simbólica le permiten devenir si mismos de manera autentica, incluso en el límite de los dones congénitos de las condiciones socioculturales, de los vínculos afectivos y relacionales en los que esta colocado.
Lo que el niño aprende a través de la educación es referirse al mundo, a los otros y así, pero esto no puede realizarse fuera de una dimensión de juego, de un espacio para la reelaboración, la significación, la interpretación.

Juego, factor de desarrollo
En la relación YO – mundo el juego actúa como función de transición que permite al niño conseguir gradualmente una conjugación más realista y sin embargo personalizada del mundo interior y de la realidad exterior. El juego atraviesa estas dos dimensiones de la experiencia infantil y las reúne; a nuestro entender no puede reducirse a ¨¨ pura vida fantasmatica¨¨ como querría quien lo reduce con preferencia a las vivencias y a los conflictos interiores, ni es solamente ¨¨ejercicio funcional¨¨ o ¨¨pensamiento egocéntrico¨¨ es estado puro¨¨ como quisieran los estudios que ponen el acentúen el desarrollo cognitivo.

Juego y significado
El juego es un fenómeno psicológico capaz de englobar muchas funciones de la persona y de integrar las valencias. El juego es fenómeno abarcativo, que aflora y se manifiesta en casi todos los aspectos de la dinámica evolutiva para darle un margen de libertad, y concurre a definir la especialidad subjetiva.
En el juego el niño crea un espacio de libertad para aprender a determinar y a orientar el propio accionar sobre la base del propio Yo, de sus necesidades, de sus deseos, de sus motivos, de sus orientaciones de valor a medida que estos se estructuran.
La imaginación tiene la posibilidad de crear un campo de acción que no carece de reglas y que tampoco esta del todo sometido a las exigencias del deseo, si no que se vincula por la estructura misma de la situación imaginaria que se hace normativa para la acción y favorece al mismo tiempo los procesos de asunción de la realidad y de los intentos de adecuación a la misma.

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